¿En qué consiste la Operación de Fístula Anal?
La operación variará dependiendo del paciente y del estado de la fístula, pero por lo general, el cirujano practicará una incisión hasta llegar al conducto generado entre la glándula y el exterior de nuestra piel y procederá a realizar una ligadura para dejar dicho conducto completamente sellado. Aquí, también resultará importante la pericia y experiencia del cirujano que va a realizar la intervención.
Hoy en día, y gracias a los avances de la ciencia y tecnología, es una operación mínimamente invasiva salvo que se produzca alguna complicación. Actualmente, se está trabajando con una sustancia denominada fibrina que actúa como una especie de pegamento y sirve para sellar el conducto provocado por el absceso.
Como se puede observar, en la mayoría de los casos es una intervención quirúrgica rápida y eficaz que no suele presentar complicaciones más allá de las molestias comunes que se generan en cualquier operación. La fisulectomía es la intervención más usada y con mayor porcentaje de éxito a la hora de tratar una fístula anal por lo que no debemos tenerle miedo a esta operación, ya que es una intervención muy habitual.
Beneficios y Ventajas de la Cirugía de Fístula Anal
Sin duda alguna, la intervención quirúrgica es la opción más eficaz y recomendada por los expertos ya que solo mediante la operación el cirujano podrá comprobar el alcance real de nuestro problema y abordarlo de la forma más adecuada.
No debemos olvidar que, la cirugía es la única opción que existe para poder erradicar el problema totalmente, de este modo se dejará de sentir dolor e inflamación y, además, ya no se producirán más secreciones mal olientes que pueden afectar a nuestra vida personal.
Por tanto, no solo es beneficioso para nuestro estado de salud físico, también será beneficioso para nuestro estado anímico y psicológico ya que un gran porcentaje de los pacientes que presentan esta afección se sienten avergonzados por su problema lo que acaba generando ansiedad y estrés. No debemos sentir vergüenza por sufrir este tipo de problemas, son más comunes y corrientes de lo pensado.
Además, cuanto antes se acuda a un profesional menos complicaciones presentará la operación. Si esperamos demasiado, se pueden producir una gran cantidad de ramificaciones que dificultarán la intervención y el postoperatorio. No merece la pena esperar, si se tiene una fístula anal ya que tarde o temprano habrá que pasar por el quirófano.